........¡Se acabaron las fiestas!
Y ahora qué? Pues que nos toca volver a la cruda realidad. El despertador, los horarios fijos, el trabajo, el colegio de los niños… Respira hondo y sobre todo, sonríe.
La actitud positiva es el mejor remedio para afrontar la vuelta a la rutina. Así lo afirman los médicos de Atención Primaria, que tras los periodos vacacionales, ven como las consultas se inundan de “gente alicaída, estresada y nerviosa con muchas y diversas dolencias”.
Aunque el impacto de la Navidad en nuestro ritmo de vida no es tan fuerte como el de las vacaciones de verano, es cierto que pasamos de una ausencia casi total de rutina -con un desorden en hábitos de sueño y de comida- a las obligaciones y exigencias inherentes a la vida diaria.
Aunque son muchas las personas que realizan un control de sus hábitos de vida saludable durante todo el año, con la llegada de las navidades siempre se produce un parón importante.
Parece que la sociedad asume que en este periodo del año no existe otra alternativa. Lo normal es comer mucho, beber más, dormir poco, salir y gastar, gastar, gastar hasta despilfarrar como si el mundo se fuera a acabar.
Todo vale y de pronto ¡zas! Con el último brindis se escapan por la puerta la ilusión y la alegría de las fiestas navideñas y volvemos a ser esos seres apesadumbrados y tristes ahogados por las malas noticias.
¡Ahí está!… Larga y empinada como ella sola. La cuesta de enero, cuyas connotaciones van más allá de lo económico. De hecho, si no nos preparamos, sobre todo mental y emocionalmente, las consecuencias pueden ser desastrosas para nuestro ánimo y nuestra salud.
Tu blog me ha servido para aprender que efectivamente, no somos iguales. Mira que lo tuyo dejó de ser ortografía y se convirtió en "horrografía".
ResponderEliminarLa gente no te rechaza, tú te buscas el rechazo por inculta.
"descriminacionsocial (sic)"... Por favor.
Saludos.